jueves, 15 de septiembre de 2011

Chamberí

Entrada Metro Chamberí
El día que bajé a la estación di un pequeño salto al pasado. Como todos cuando bajan alguna vez, supongo.


Los azulejos gastados y los carteles restaurados no dejaban más que en evidencia el paso del tiempo y la intención de unos simples mortales por traer a este siglo lo que un día dejó de tener su función. Y quizá, yendo algo más lejos, queriendo revivir algo que de por sí no tiene vida... pero la tuvo.


Refugiada tras mi cámara de fotos miraba el vacío de esas paredes que antaño hacían resonar los pasos de otra época, donde los ancianos comentaban cómo llegaba la modernidad a su ciudad, donde los niños se perdían por el subterráneo acompañados de sus padres para ir a visitar a algún familiar que residía en lo que antes era el extrarradio, o donde forasteros contemplaban lo diferente que era la vida en esa ciudad tan cosmopolita.



Todo eso que forma ya parte del ayer, ahora deja paso al recuerdo, a muros y adoquines por los que no se respira ya el ajetreo de otro tiempo, donde quienes invaden el espacio no están sino que imaginan lo que hubo y, si hay suerte, no sólo lo imaginan sino que lo rememoran en primera persona.


Dirección Cuatro Caminos - Tetuán

Muchos de los que hoy en día visitan las estación no residían entonces en la ciudad o puede que ni siquiera hubieran nacido cuando en Chamberí la gente corría para coger el tren. 


Como yo, que por momentos era capaz de ver a mentes inquietas portar pesadas maletas con toneladas de responsabilidades dentro, envueltas de miedo y frustración, en busca de un tren que les llevase a una vida mejor, más esperanzadora, o simplemente a una vida, sin angustia ni temor y con el alivio de saber que ese tren, con suerte, traería dicha a sus familias. Quizá sí, una vida mejor. O no necesariamente... 


Torniquetes de salida.


Un pequeño salto al pasado en pleno centro de Madrid. Un pasado que no es mío y que, sin embargo, pisé, toqué y retraté como si hubiera formado parte de mi. Y ahora, de vosotros.





Para más información: ANDÉN 0.

2 comentarios:

  1. Muy bonitas las fotos. Y a pesar de ser eso, imágenes estáticas, soy capaz de percibir en ellas a los fantasmas del pasado, como en un movimiento uniforme a dieciocho cuadros por segundo, la tragedia de lo cotidiano. Y como siempre Eva, el texto que acompaña a las fotos muy bueno, aunque en este caso considero que las imágenes hablan por si solas. Enhorabuena por tu arte, siempre.

    Te recomiendo estas otras imágenes del pasado dentro del presente:

    http://www.gran-angular.net/fotos-del-pasado-dentro-del-presente/2011/08/30/

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  2. Tienes razón, las imágenes hablan por sí solas. Pero sentía la necesidad de darles voz...

    Muchas gracias por tus palabras, siempre.

    Y gracias también por Gran Angular... en mi lista está desde hace unos minutos.

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